Yo amo al mirlo aquel que vuela
y ríe en el viento,
que se posa en mis dedos
y me abandona sin remordimiento.
Que me canta para después
dejarme en el frío silencio,
aquél que me besa hasta el alma
y la deja sedienta por tanto en tanto.
Amo a aquél que me mira
como nadie me ha mirado,
aquél que conoce mis demonios
y los ha tratado.
Aquél que dice quererme
y si lo hace,
a pesar de lo que soy,
entonces es un héroe.
Aquél que es como yo
y le asusta divulgarlo.
Aquel ingrato al que entrego mi alma
y se da el lujo de quebrarla,
luego por arte de magia
la arregla como si nada.
Amo aquel mirlo
que canta en mis sueños...,
y calla fuera de ellos.